Somos Educación Pública

El CENTRO DE INVESTIGACIONES GEOGRÁFICAS, integrante del Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales (CIG/IGEHCS FCH UNCPBA / CONICET) se pronuncia en defensa de la Ciencia y la Educación Pública:

“SOMOS EDUCACIÓN PÚBLICA”

Salarios, condiciones de trabajo y de estudio, vacantes, recortes de puestos de trabajo y de presupuesto para educación e investigación, infraestructura escolar y científica, forman parte de un mismo problema.

* No es un problema sólo de los maestros

* No es un problema sólo de los profesores de educación media

* No es un problema sólo de los docentes universitarios

* No es un problema sólo del CONICET

* No es un problema sólo de la CICPBA

* No es un problema sólo de las Universidades

* No es un problema sólo de los Institutos Terciarios

* No es un problema sólo de las organizaciones científico tecnológicas.

Lo que está en disputa desde hace años son dos modelos.

No es sólo una discusión de presupuesto, sino el ajuste como uno de los mecanismos de sujeción de la educación y la ciencia pública a las visiones promovidas a nivel global, que pretenden convertir a la educación en un servicio mercantilizado y transable, a los educadores y científicos en mano de obra precarizada y mero factor de competitividad y al conocimiento en propiedad privada y mercancía.

La educación como un derecho y el conocimiento como bien común hacen parte de nuestra identidad como sociedad. Los argentinos somos educación pública. Argentina es educación pública.

La educación pública es un pilar constitutivo de nuestra sociedad. Ciudadanía, Valores, Identidad, Cultura, Capacidades productivas y organizativas, Creatividad. Igualdad de Derechos. Integración social.

Todo esto es lo que invisibiliza, desprecia, subordina, una mirada neoliberal de la educación que recorta y jerarquiza sólo las habilidades que sirven a las grandes transnacionales. Formar piezas para sus maquinarias, flexibles, descartables y cada vez más baratas y menos críticas. Fragmentar y segmentar para una sociedad que desiguala y expropia derechos a las mayorías para concentrarlos en una minoría cada vez más pequeña y poderosa en términos político-económicos.

La elite colonialista, actualmente en el gobierno en Argentina, pretende destruir la concepción de la educación como derecho de todos y del conocimiento como bien común al servicio de la sociedad.

El empobrecimiento y el vaciamiento de la educación pública es una política, que hace a la segmentación de la sociedad, al empobrecimiento de las mayorías y al aumento de la concentración y la extranjerización de la economía. El ajuste no es sólo disminución de presupuesto sino sobre todo la reconfiguración del sistema científico tecnológico para orientar la formación e investigación a lo que “sirve” a las corporaciones y privatizarlo a través de las patentes.

Al mismo tiempo que se destruye todo lo que genera capacidades propias y autonomía nacional, se intenta destruir la educación y la ciencia pública.

¿Educación para un país libre con un pueblo libre, o educación para moldear el país a los requisitos del capital internacional, que naturaliza la competencia despiadada entre los seres humanos para correr detrás de empleos cada vez más insuficientes y flexibilizados? ¿Educar para que los seres humanos “sean felices en la incertidumbre” generada por la economía de la codicia o educar para construir colectivamente un mundo más justo para todos los seres humanos y la naturaleza, donde el esfuerzo permita de verdad construir proyectos personales y colectivos ?

Si no estamos peor es porque gran parte de los científicos, docentes, comunidad educativa, productores nacionales, trabajadores, organizaciones sociales, movimientos culturales, es decir, gran parte de la ciudadanía encarna y defiende los valores construidos por la educación pública.

Hoy, esa columna vertebral de una sociedad igualitaria y democrática, que viene sufriendo los embates de las políticas que intentan fragilizarla, recibe muchos golpes al mismo tiempo, y las respuestas no pueden ser fragmentadas.

La educación pública, el sistema científico tecnológico y el modelo productivo nacional son un problema de tod@s l@s argentin@s.

La ciencia y la tecnología generadas y promovidas desde el estado son una condición necesaria para la generación de conocimiento como bien común y al servicio de la sociedad.

El derecho a una educación pública de calidad es irrenunciable, y una condición básica de una sociedad democrática

Por eso, cada docente, cada científic@, cada alumn@, cada familia, cada ciudadan@, somos parte de una misma lucha.

Proponemos, por consiguiente, que desde todos los ámbitos posibles se trabaje en la articulación de un gran MOVIMIENTO NACIONAL EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN Y LA CIENCIA PÚBLICA.

                                                                                                Tandil, 2 de marzo de 2017.-